Escocia llegaba a la segunda fecha de esta Eurocopa obligado de sumar como mínimo, para obtener ese lugar en octavos. A pesar de que el rival era Inglaterra (en Wembley) Steve Clarke logró vencer a Gareth Southgate en lo táctico y con eso robarle un punto
Todos quedamos muy expectantes cuando en el sorteo de esta Eurocopa nos enterábamos de que por fin volveríamos a ver el clásico entre selecciones más antiguo de la historia, a la vez que nos surgían ciertas inquietudes respecto al partido, ¿podía Escocia hacerle frente a una de las mejores selecciones inglesas de los últimos años? La respuesta fue respondida ayer, el día viernes 18 de junio, donde Escocia demostró que no deben subestimarlo.
En la previa del partido, la prensa inglesa fue capaz de rebajar al equipo escoces a nivel de selecciones como San Marino, acotando que la Tartan Army no lograría irse de Wembley sin una goleada, hasta lanzando predicciones que rozaban lo imposible. Todo esto fue poco importante ya que los 11 guerreros escoceses demostraron que la Tartan Army no es digna de menosprecios, sino de respeto…
Steve Clarke se plantó en cancha de la misma forma que ante República Checa, solo que, con cambios en los jugadores, ya que Mctominay por fin fue utilizado como zaguero (jugando un gran partido, siendo superado por la delantera inglesa en pocas ocasiones) por la banda derecha, sustituyendo a Jack Hendry, y por la otra banda en los zagueros Kieran Tierney sustituyó a Cooper, de muy mal partido el pasado lunes.
En el medio campo Steve Clarke sorprendió colocando a Billy Gilmour, siendo su debut absoluto en la selección, ¡y en qué momento! A pesar de toda la presión que por obvias razones el juvenil del Chelsea tenía, logró hacer un gran partido, siendo la figura.
También salió Armstrong para colocar a McGregor y en la delantera Christie salió para dejar paso a Che Adams. Che tuvo un partido exuberante, complicando en repetidas ocasiones a la floja defensa de los Three Lions, que Che, junto a Dykes, supieron ganar siempre en lo alto y molestar cuando los zagueros tocaban el balón, impidiendo salidas limpias de Inglaterra que, si bien tuvo chances, la gran mayoría vinieron de pelotas paradas o ataques desprolijos.
En Inglaterra lo que principalmente hay que resaltar es a su delantera, ya que Foden, Sterling, Kane y Mount son jugadores altamente peligrosos (3 de ellos vienen de jugar la final de la Champions y otro de jugarla en 2019) y que, a pesar de la buena defensa escocesa, supieron causar varios problemas.
El partido, en un estadio con la misma cantidad de escoces y de ingleses (los fans escoceses coparon la capital de Inglaterra y fueron los que más demostraron su presencia en Wembley), comenzó el partido con una Escocia que tuvo una chance inmejorable, ya que, tras un pase al punto penal, la defensa de Inglaterra dejó solo a Che Adams, que a pesar de lanzar un buen tiro el defensor de los Three Lions fue capaz de desviarla en la línea con el pie. Tras esto, el equipo inglés se adueñó del balón sin ser realmente peligroso, ya que Escocia incomodaba constantemente a los ingleses. A pesar de esto, en el minuto 10 Stones apareció solo en el punto penal y conectó un cabezazo que de milagro no puso el 1-0, milagro que también ocurrió minutos después de parte de Kane, que perdió otra chance en el área chica.
Desde aquí Inglaterra se quedó completamente con la pelota causando un nulo daño a Marshall, mientras que Escocia, que se sentía cómodo con el trámite del balón, con algunas contras donde Dykes era fundamental, ya que bajaba todas las pelotas. Aunque parezca raro, Escocia tuvo chances llegadas desde el toque, aunque fueron 2 o 3 a lo largo del partido.
La más clara de Escocia llegó a los 29 por medio de O’Donnell, que cazó una volea que no se coló en el arco inglés debido a Pickford, que tuvo un partidazo.
Con esto nos fuimos al vestuario, un partido muy parejo donde, Escocia sin el dominio del esférico supo ser más.
La segunda parte nos dejó un inicio muy fuerte de los Three Lions, que con sus 4 piezas ofensivas trascendentales (Mount, Kane, Sterling y Foden como ya mencionamos) comenzó a hacer daño por todos lados.
Parecía que Inglaterra tenía el gol a la vuelta de la esquina, pero los escoceses supieron atravesar el momento y cuando quedaban 29 minutos para el pitido final, Dykes con un disparo al borde del área chica casi logra un gol histórico, pero Rice James salvo a los ingleses del desastre y de cabeza pudo sacar lo que era el primero de Escocia.
Borrando una jugada muy entreverada en el final, el partido se acabó y Escocia logró sobrevivir al asedio inglés e irse con honor de Wembley.
Esto eleva las posibilidades de ver a Escocia en octavos muchísimo, ya que tras el empate entre croatas y checos los últimos mencionados lideran el grupo junto a Inglaterra con 4 puntos, pero tanto Escocia como Croacia con una victoria en la siguiente fecha (donde se enfrentarán entre ambos) pueden, mientras en el duelo checos-ingleses no haya empate, clasificar.
Esto además deja a Escocia con posibilidades de ir a octavos como mejor tercero, ya que venciendo a los croatas por más de 1 gol es probable que se pueda colar entre los 16 mejores.
Sin más, solo queda esperar el milagro, ojalá tengamos a la Tartan Army más arriba en el certamen continental, eso solo lo sabremos el martes tras ese histórico partido.
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