En la temporada 2016/17, el Celtic vivió una sorprendente derrota en Gibraltar ante el Lincoln Red Imps en la fase de previa de la Champions
Día 12 de julio de 2016, cuando el Celtic de Glasgow viajaba al peñón de Gibraltar para jugar el partido de ida de la ronda previa de la Champions League. Su rival, el Lincoln Red Imps, era a priori un rival de lo más asequible, pero las cosas no fueron para nada como se esperaba. Era el estreno de Brendan Rodgers en el banquillo, pero el equipo dejó un resultado de lo más sorprendente. Fue un milagro para el equipo de Gibraltar, pero todo un batacazo para los escoceses.
La derrota en Gibraltar
El Celtic disputaba su primer partido de temporada ante el Lincoln Red Imps. El equipo gibraltareño venía de ganar en la primera ronda al Flora de Tallin. Ese era el tercer año que jugaban las fases previas de la Champions, y la segunda vez que llegaban a segunda ronda. Un gran momento para el club, que con su entrada en la UEFA quería ir sumando experiencias. En esta ocasión les tocaría jugar ante el Celtic, un equipo con tradición y de mucha categoría. A simple vista no sería el rival ideal para poder eliminarlo, pero los del peñón demostraron que en el fútbol todo es posible.
Fuente: Fútbol Sapiens
En el partido de ida, les tocó moverse a los escoceses. Después de una pretemporada en Eslovenia, ese era el primer test oficial. Brendan Rodgers se estrenaba como entrenador después de su paso por el Liverpool, pero ese partido fue todo un desastre. Al Celtic no le entró nada (dos postes de Leigh Griffiths), y para colmo, el Lincoln conseguía abrir el marcador nada más empezar el primer tiempo con un gol de Lee Cascario.
Al término de ese partido, la alegría estalló en el Victoria Stadium, pero en Escocia lo que estalló fue la prensa. Humillados. Esta fue la palabra con la que definieron el partido del Celtic. Una derrota como la que vivieron en el 2000 ante el Inverness. De todas formas, como dijo Brendan Rodgers, todavía quedaba el partido de vuelta.
Una Champions turbulenta
Después de ese batacazo tan sorprendente, llegó el partido de vuelta. El Lincoln viajaba al Celtic Park. Seguramente el momento más bonito para los aficionados del cuadro de Gibraltar hasta ese entonces, a pesar de que no consiguieron mantener el resultado. Con un 3-0, el Celtic se impuso en casa. Los goles de Lustig, Griffiths y Roberts en apenas diez minutos dieron la victoria al equipo local, pero el hecho de jugar delante de más de 55 mil personas, nadie se lo quitaría al Lincoln.
Fuente: Marca
El Celtic al fin clasificaba, como era previsto. Pero no sería la única vez que sufrirían. Quedaban dos eliminatorias para llegar a la fase de grupos. En la tercera ronda se enfrentaron ante Astana, donde en la ida no pasaron del empate, y tuvieron que resolverlo ganando en casa. En la ronda de Play-Off, pasó algo parecido. Ganaron el partido de ida jugando en casa ante el Hapoel Be’er Sheva, pero perdieron en la vuelta, quedando a nada de la eliminación. Pero finalmente lograron el objetivo: llegar a la fase de grupos de la UEFA Champions League.
Fuente: The Guardian
Eso sí, les tocó el grupo de la muerte. Barcelona, Manchester City y Borussia Mönchengladbach. Un grupo de lo más complicado, que dejó un sabor muy amargo al Celtic. Quedaron últimos, con solo tres puntos. Pero fue una odisea. De ser goleados 7-0 por el Barça, a empatar dos veces ante el City. Al final caerían eliminados. Para algunos una mala noticia, pero por lo menos sirvió para centrarse en las competiciones nacionales. Y vaya si lo hicieron.
Invictos
Las únicas derrotas que vieron durante esa temporada fueron en la competición europea. En liga, consiguieron quedar primeros, como era de esperar, pero sin perder ningún partido. 4 empates y 34 victorias. Números aplastantes. Fueron 106 puntos, treinta más que el Aberdeen, quien quedó en la segunda plaza. Pero no solo eso. La Scottish Cup y la League Cup también fueron para el Celtic. Un triplete, quizá rutinario, pero demostrando su soberanía.
Fuente: Glasgow Times
En ese año vimos a un Moussa Dembelé recién fichado del Fulham explotar en el fútbol escocés con la escalofriante cifra de 32 goles. Se vio la mejor versión de Stuart Armstrong, a un joven Patrick Roberts explotar, a un gran Scott Sinclair y también a un Kieran Tierney que se estaba confirmando. En general, una temporada casi redonda, a pesar de ese revés sufrido en la Champions. Así que esto nos deja una conclusión. Una derrota, y más en el primer partido de temporada, no te dice nada. El Celtic siguió a lo suyo, y al final acabó con un triplete, el problema es que todo el mundo quiere sacar conclusiones demasiado rápido.
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