El fútbol británico es el que es debido a revolucionarios que no han tenido miedo de cambiarlo todo, en este caso venimos a hablar del que revolucionó la forma de hacer estadios, no solo en las islas, sino en el mundo, hablamos de Archibald Leitch
El 5 de abril de 1902, en Ibrox, se jugaría el clásico de clásicos por aquellas épocas, el gran Escocia-Inglaterra. 68.000 personas abarrotaron las gradas del centenario estadio, y lo que parecía una fiesta culminaría como la mayor catástrofe del fútbol hasta el momento...
Parte de la grada oeste del estadio simplemente se vendría abajo, parte que oscilaba entre 200 y 300 personas, parte que no tenía absolutamente nada debajo provocando una caída libre de 20 metros.
Grada oeste tras la catástrofe.
25 personas perdieron la vida, 500 sufrieron heridas en la caída o debido a los escombros, gente muerta no por la caída sino por ser el colchón de otros heridos, escenas feas, tristes, escenas que recayeron en el arquitecto de la obra, un tal Archibald Leitch.
Es cierto que se echó culpa a la madera, la cual acusaron de estar en mal estado, pero lo cierto era que Leitch tenía gran parte la culpa. Esto lo atormentaba, lo había visto todo desde el asiento que ocupaba en Ibrox, sabía perfectamente que ese horror había sido su culpa. Pero aquí es cuando de verdad comienza nuestra historia, porque, envés de finalizar su carrera remendó su error y nos dio el estadio moderno.
Él era muy fan del Glasgow Rangers, era de la ciudad y era sumamente fanático del futbol, por eso le escribió una carta al club recién nombrado donde rezaba que nadie sentía más la tragedia que él, que quería rehacerse de su error, necesitaba hacer de nuevo el estadio. La dirigencia del club aceptó, en parte porque Archie les había dicho que lo haría gratis y en parte porque les había mencionado que contratar a alguien más para la remodelación era lo mismo que echarle la culpa a él. Por esto, y a pesar de las críticas, Rangers lo contrató.
La remodelación duró 8 años, recibiendo una gran inversión por parte del club, que sacrificó su parte tanto económica como deportiva por la causa, ya que el club pasó 7 años -desde 1902 hasta 1910- sin campeonar en liga.
Ibrox tras remodelación en 1910.
Las remodelaciones de Leitch modernizaron en todo sentido los estadios de fútbol. Estas son todas las mejoras que Archibald logro (estas han sido extraídas del documental que tiene La Media Inglesa acerca de él):
-Gradas con hormigón y barreras de acero, cosa que provee al estadio de mayor seguridad de cara a derrumbes, ya que anteriormente estas eran terrazas de madera sostenidas por acero, cosa que ya sabemos que provocó.
-Para mejorar la visión es capaz de calcular el número de salidas, así como el cómo escalonar las gradas y donde deben ser colocadas, así como la distancia entre el campo y la primera fila para que desde allí también se vea bien.
-Es pionero en el drenaje del campo, dejando la primera fila por debajo del campo, de forma que esté un poco por debajo del nivel de la cancha. Esta última medida hace que los clubes se permitan ahorrar dinero, ya que las últimas filas no debían estar tan alto.
Pero eso no era lo único que hacía a los clubes ahorrar dinero, ya que Archie crea una forma para hacer gradas de forma barata, rápida y segura.
Leitch era originalmente un diseñador de fábricas, por eso crea recintos de este tipo donde se fabricaban los materiales necesarios para hacer un estadio, es decir, si tu quieres un estadio, pídelo, te traen los materiales, los obreros los unen y tienes tu estadio, rápido y sencillo, similar a armar un puzzle, además de tener la posibilidad de hacerlo en verano.
Con esto, el método Leitch explotó. La remodelación le dio a Ibrox una seguridad nunca antes vista, aunque esta no es la única vez que Archie tuvo en sus manos a Ibrox Park, pero de eso hablaremos más tarde.
A Leitch le llegaron trabajos de la gran mayoría de clubes británicos de la época: Craven Cottage del Fulham, donde lo trajeron para hacer la grada principal del estadio, la llamada Johnny Haynes Stand; Villa Park del Aston Villa para hacer la ya extinta (y rehecha en la grada sur del estadio) Trinity Road; Anfield del Liverpool donde creó The Kop, etc.
Johnny Haynes Stand por fuera.
Claro, todos los trabajos recién mencionados fueron en terreno inglés, pero ¿qué hizo Leitch en Escocia?
Para empezar y, como ya dijimos, creó y remodeló en dos ocasiones el estadio de su club, el Rangers, siendo la segunda la remodelación donde creó el famoso edificio de ladrillo que todos hemos visto.
Remodeló Celtic Park, dándonos esa belleza que es la tribuna principal.
Remodeló Dens Park, la cancha del Dundee FC, haciendo entre otras cosas la grada norte del estadio.
Trabajo en Rugby Park, estadio del Kilmarnock.
Reconstruyó Somerset Park, estadio del Ayr United, que además mantiene gran parte del trabajo de Archie.
En 1925 reconstruyó el estadio del Raith Rovers, Stark’s Park.
En 1914 también reconstruyó Tynecastle Park, añadiendo la extinta Main Stand, sin duda la mayor pérdida arquitectónica que tuvimos en este siglo en Escocia.
Pero, sin duda la creación más importante de Archie se dio en 1903, cuando, junto a James Miller hicieron el tercer y actual Hampden Park tras abandonar el segundo Hampden Park, renombrado por el Third Lanark (club extinto que para conocer su historia pueden visitar otro artículo) como Cathkin Park.
Gracias al trabajo de Leitch, Glasgow tuvo los 3 estadios más grandes del mundo por alrededor de 10 años, por si a alguien le quedaban dudas de la importancia histórica de esta ciudad.
Fuera del plano escoces, Leitch fue culpable del mapa futbolístico de Londres, ya que recomendaba a los clubes la posición exacta del estadio, logrando que la ubicación sea bonita y por la zona del club.
Leitch tenía varias manías en la parte de la fachada, ya que (y como se puede ver en Villa Park, Ibrox, Celtic Park, etc) que esta sea de ladrillo y contenga el escudo y nombre del club en el centro, bien a lo alto, le encantaba y, para qué engañarnos, a nosotros también.
Su influencia y trabajo ha sido tal que las fachadas de Ibrox y de Craven Cottage (así como el palco del último estadio mencionado) han sido catalogados como edificios calificados y como patrimonio cultural, sin duda una gran muestra de lo que provocó este arquitecto.
Lamentablemente poco a poco se han perdido la gran mayoría de las construcciones de Archibald. La grada de Trinity Road en Villa Park, que, a pesar de ser reconstruida en otra grada, no se conserva la original; la grada recientemente mencionada en Tynecastle Park, que fue desaparecida sólo para tener 3.000 asientos más; así como estadios enteros: Highbury y Withe Hart Lane. Pero si hablamos de estadios enteros hay que viajar a los 90’s, ya que debido a la tragedia de Hillsbrough y al Informe Taylor muchos clubes decidieron crear nuevos estadios, sea el caso Roker Park del Sunderland, Ayresome Park del Middlesbrough, The Dell del Southampton, etc.
Si tengo que dar una conclusión final, es sencilla, cuidemos los monumentos históricos que tiene el fútbol, no perdamos obras que nos ayudan a entender el ayer, porque es la forma de entender el hoy.
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